
Tal día como hoy de hace 20 años, servidor era aún un aprendiz de 'periolisto'. La desaparición de las tres niñas de Alcàsser y el hallazgo de sus cadàveres me pilló estudiando el último año de la carrera y trabajando como becario en la redacción de deportes de TV3. Quién me iba a contar entonces que en 1994 me iba a desplazar a trabajar a Valencia a Canal 9 y que al cabo de unos años empezaría a elaborar noticias del caso para acabar cubriendo íntegramente el juicio que se celebró en 1997, realizando un reportaje especial hace 10 años y seguir informando hoy mismo del vigésimo aniversario de uno de los episodios más sórdidos y salvajes de la historia criminal española. En todos estos años he podido conocer de primera mano los detalles más macabros, pisar la escena del crimen y otros tantos lugares relacionados con el caso, conocer en persona a casi todos los protagonistas: familiares de las víctimas, de los asesinos, a ellos mismos (en el caso de Ricart), testigos, abogados, 'frikies', falsos investigadores, vividores y cuentistas, etc... De unos me sorprendió y me sigue sorprendiendo su profunda humanidad, cómo han luchado por sacar sus vidas adelante a pesar de las adversidades, de otros he admirado su profesionalidad, otros simplemente me merecen un desprecio absoluto por intentar sacar partido y dinero de la desgracia ajena. También los hay quienes dan pena por como han cambiado durante estas dos décadas. Otros también me merecen compasión. Han pasado 20 años pero en días como hoy es como si el tiempo no hubiera transcurrido. Personalmente preferiría no tener que cubrir este caso o similares, pero uno, que es defensor a ultranza de la bondad intrínseca del ser humano también reconoce que eso va a ser imposible pues hay seres que sólo entienden la maldad como forma de vida. Por eso si tengo que volver a hablar de Alcàsser me gustaría hacerlo sólo para comunicar la detención de Antonio Anglés y poder contárselo a las famílias de Desireé, Toñi y Miriam. Se lo merecen sin duda alguna.