L'altra síndrome de Marilyn

Considero que mi infancia fue normal aunque estudiara en un sitio raro. Me explico: no era un colegio ni una escuela aunque en ella se impartiera la enseñanza elemental y obligatoria. Su fundador, jefe de estudios, profesor y director era un tipo muy particular conocido como el Sr Marcet o el 'Marce' y a su vez despertaba respeto (mucho), temor (más) y (en algunos casos) odio. El hombre en cuestión, dedicado también a la cría de conejos, bautizó el centro como Institución Lumen (no confundir con Lumen Dei) y allí pasé los dulces años de la EGB. Hoy, caprichos del destino, me ha venido a la cabeza una compañera de clase, que perdí de vista creo en 4º curso y de la cual no me había acordado ni he sabido nada en 30 años. Creo recordar que era alta (si es que los niños se pueden considerar altos a los 8), con el pelo liso y se llamaba Marilín (así a la española), la única Marilín de carne y hueso que he conocido personalmente. Sin duda la bautizaron así en honor a la otra, a la famosa, la que vuelve a ser noticia y la que me ha hecho recuperar momentáneamente ese nombre perdido en algún complejo rincón de mi retorcida y perversa mente.



Norma Jean Baker vuelve a ser actualidad por una 'peliculilla porno?' (pecados de juventud) en la que supuestamente practica una felación (si no sabéis a qué me refiero, consultad el diccionario) a un desconocido. El film en cuestión estaba en poder del FBI y por él, otro desconocido (desconozco si se trata del mismo) ha pagado la friolera de 1,5 millones de dólares para retirar las imágenes de la circulación. Ignoro si se trata de un ejercicio de egoísmo onanista o de un acto de caballerosidad y respeto como el que ya intentara años atrás sin éxito (llegó a pagar 25 mil dólares de la época) el mítico Joe Di Maggio, primer marido de la artista y único hombre que supo amar a esa mujer que llegó a ser la novia de América después de haber sido la mujer de unos pocos y la fulana de otros muchos para acabar trágicamente su existencia en 1962. El mítico bateador de los Yankees de NY, ordenó que tres días a la semana se depositara una rosa roja sobre la tumba de Marilyn y así se cumplió hasta la muerte del deportista. Desaparecido Di Maggio, desaparecida Marilyn, desaparecida (de momento) mi Marilín y desaparecida también la famosa película, solo falta que yo desaparezca... pero será hasta mañana. Bona Nit!


PD: M'he pres la llicència de prendre prestat i readaptar en el títol d'aquest post el nom del guardonat llibre del sempre admirat Natx. Salut!