Momentos Olímpicos I

Primer dia de la semana, segunda semana completa (y última para mí) de Agosto y tercera jornada de competición en los JJOO de Pekín. Ya llevamos 2 medallas, y la que inauguró el casillero, me llenó de emoción. La vi en directo (por la tele, claro), sosteniendo a mi hijo en brazos (era la primera vez que lo encaraba a la caja boba, esa que nos da de comer) y tengo que confesar que grité como un enérgumeno el nombre del vil metal cuando Samuel Sánchez cruzó la línea de meta por delante de sus compañeros de escapada. Mis berridos acabaron por desquiciar a la criatura que empezó a llorar, motivo por el cual me gané la merecida bronca por parte de mi Sra... pero qué coño!!! Oro en ciclismo... y en ruta!!! Eso no tiene precio!!!!



Eso pasaba el sábado y hoy, lamentablemente, el buen nombre del ciclismo, ese deporte que tanto adoro y admiro, se ha visto empañado de nuevo por el énesimo caso de doping. El culpable o la víctima, que para el caso son lo mismo, una maña, Maribel Moreno. Precisamente ese apellido, me devuelve a una tarde de hace 16 años. Era el 27 de julio y otro Moreno, se dejaba la piel y pulverizaba todos los récords en el velódromo de Horta. Le llamaban José Manuel y entonces, como ahora, el ciclismo conseguía para España la primera medalla de unos Juegos Olímpicos que hasta el momento suponen los mejores para el deporte español. Servidor, con unos años de menos y muchos quilos de más, estuvo allí, en Barcelona'92 y por eso he rescatado esta instantánea del recuerdo, para recordar que si hay una Moreno tramposa, también hubo un Moreno noble.