Ansiaba como nadie el concierto de anoche en Benidorm. Tocabas en casa, no en mi casa pero como si lo fuera. Tenía las entradas adquiridas de antemano (como siempre gracias al enchufe de mi amiga Merche) e ibamos a disfrutarlo en familia. Reconozco que, como suele pasar a menudo, tanta expectación previa no suele ser buena y al final eso fue lo que pasó. Reconozco que el inicio (numerito de 'Los Pajaritos' aparte) fue demoledor. Nos paseaste por las 'Malas Tierras' como un 'Obrero de la Autopista' con el 'Corazón hambriento'. Pero, y sé que con esta opinión me ganaré muchos detractores, la cosa se fue desvaneciendo, aunque sé reconocer que tuvo otros momentos álgidos.
Sin embargo, no te perdono que no me invitaras a surcar la 'Carretera del Trueno' ni me bajaras al 'Río', que no me embarcaras en el 'Tunnel del Amor' o que no exaltaras la amistad de 'Bobby Jean¡, etc etc. Amigo Bruce, el repertorio de anoche me decepcionó bastante y eso me dolió, porque te he visto en suficientes ocasiones al largo de tantos años que me creo, yo que no soy nadie, a exigir algo más. Además vi a la banda relajada, cansada, sin el engranaje engrasado, todo lo contrario que hace un año, en el Orinal, en Barcelona. Lo entiendo, 2 discos y 3 giras en 3 años, no los aguanta nadie, ni tú que eres el 'Jefe'. Tomaos un descanso y volved con más fuerza. Volveré a estar con vosotros muchachos, porque, como dice el himno: 'Tramps like us, baby we were born to run'.
PD: Aparte de lo comentado, referir que la entrega y dedicación tanto de Springsteen como del resto de la 'E' Street band fue encomiable, como siempre, y que las 3 horas de concierto me dejaron momentos imborrables como esa majestuosa interpretación de 'Jungleland'. El resto de la noche, como diría Sabina: risas, copas, excesos... un conato de bronca y una entrañable conversación de Football con un buen amigo de 'Camioneros'. Gracias una vez más a la family de Benidorm, Ramón y Silvia, Silvia y Ramón por su hospitalidad y comprensión. A todos, un mesaje: 'No surrender'.
La verdad es que, a priori, no apostaba mucho por el concierto. Compré las entradas en febrero y al final me acompaño al Palacio de Deportes mi buen amigo y hermano en la distancia, 'el Púas'. Andábamos equivocados, no nos esperaba ninguna noche ñoña, sinçó 3 horas de absoluto rock, de entregada profesionalidad, de exquisitez musical, con un sonido nítido y un montaje perfecto. Enseguida se sacudieron de encima 'Hotel California' (preciosa introducción de trompeta) para dar paso a un repertorio entregado. 'Chapeau'. De lo mejor que recuerdo y recordaré.
Todo esto llega justo una semana después de ver en Barcelona a uno de los dinosaurios del Rock, al Sr John Fogerty (exlíder de la Creedence Clearwater Revival, sin duda la mejor o una de las mejores bandas de todos los tiempos). Sin embargo, a pesar de esos temas que no son temas sino himnos de la historia de la música, a pesar de la compañía de todos los Machos y de los desvaríos pre, durante y post concierto, a pesar de ser la primera vez que actuaba en España, a pesar de todo esto, 'las Aguilas' volaron anoche más alto.
