Avisé que me iba a tomar con calma mi retorno al blog y más después de unos días de relajo en la tierra materna. Uno regresa con el alma tranquila y la barriga llena, imbuido de una relativa felicidad por las jornadas compartidas con amigos y familiares y demora su incorporación a la bitácora. Espera un poco, a ver si surge algún tema curioso sobre el que divagar, alguna reflexión, algún frikismo y entonces va y la realidad te sacude como la Madre Tierra sacude la capital de Haití. La realidad se muestra con toda su dureza, la desgracia se ceba con quien menos la merece, los pobres de solemnidad ya saben que sólo pueden aspirar a ser paupérrimos. Todo se acaba en cuestión de segundos. Un temblor.... y a la mierda!!! Así es la vida... y luego, nosotros, desde nuestra acomodada atalaya seguiremos preocupándonos de las crisis, de los chiringuitos, de si se podrá o no fumar en los bares... En fin, lo dicho... Bienvenidos al 2010. Prometo ser más optimista proximamente.
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