Cumplir años o lo que es lo mismo, envejecer, lleva implícito la degradación del cuerpo. Desde noviembre del año pasado un pequeño bulto empezó a desarrollarse en el interior de mis tripas. Aparecía y desaparecía y al tocarlo emitía unos desagradables sonidos. De inmediato llegué a la conclusión que se trataba de una hernia inguinal... con el tiempo creció tanto que paso a parecer un miniembarazo o un tercer testículo. La situación ya era insoportable así que 31 años después de mi primera y única intervención quirúrgica, volví a pasar por el quirófano.
Ya desde casa os muestro la nueva marca en mi cuerpo, una fabulosa cremallera de 12 grapas que espero se vaya reduciendo y ocultando con el tiempo y el vello hasta quedar como hermosa cicatriz. La intervención se llevó a cabo en la Clínica del Consuelo, donde un simpático celador tuvo el dudoso honor de rasurarme mis bajos fondos para que la incisión se llevara a cabo sobre una superficie limpia. El postoperatorio se antoja largo, con mucho reposo, y dolores continuos. Resignación pues... aunque puedo comer/beber de todo y almenos tendré más tiempo para dedicarme a mis frikadas. Aquí os muestro la hernia en todo su esplendor 2 días antes de ser solventada...
Se acabó presumir de paquete!!!!
5 comentarios:
Supongo que habrás conservado el "alien" y lo tendrás en un frasquito.
Quizás puede ser el comienzo de una nueva colección.
B&B
Soy 'freak' pero no tanto, primo!!
¡Qué cremallera! Ahora ya puedes hacer pasarela de calzoncillos de Galiano
¡Madre mía Txema!
Espero que la recuperación sea lo más rápida e indolora posible :)
Y por cierto felicidades atrasadas, es que esto de los conciertos tienen a uno atrapado...
Un abrazo muy grande =)
Torero, torero!!!
Recupera't prompte!!!
Albert
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