Ir a mear y encontrarse con la sorpresa de tener que hacerlo sobre los lindos pectorales de una atractiva señorita (aunque no sea de carne y hueso) reconozco que es una experiencia 'chocante'. Si además se produce en los urinarios de un restaurante de Valencia pues bueno, como que algo no acaba de encajar...
Desconozco si los grupos feministas, el Ministerio de Igualdad ya extinto o cualquier Instituto de la Mujer o similar calificarán de denigrante y humillante esta cuanto menos curiosa incitación a la 'lluvia dorada' propiciada por una web que comercializa pegatinas para el baño si bien aparentemente las que muestra son mucho más inocentes i infantiles. Como es obvio, toda esta palabrería que servidor está soltando aquí en el blog pasó por mi mente en un breve espacio de tiempo ya de lo contrario me hubiera orinado encima seguro... así que no tuve ese día más remedio que hacerlo... perdonen ustedes!